Como menciono en una de las primeras entradas del blog, la Sierra Gorda Queretana es una de las puertas de entrada a la Huasteca Potosina, y para mí tal vez sea la mas bonita por múltiples razones entre las que los paisajes y la comida son de las mas importantes. En varias ocasiones en las que estuve de tránsito por esta región, la comida fue siempre sobresaliente. Desde la barbacoa en Jalpan con Gerry y Mireya en junio del 2008, un simple pan de una panadería de Jalpan también, con mermelada un 26 de diciembre en un viaje solo o vino, pan y queso a la orilla del camino.
Comer es una de las cosas que mas me gustan, y además estas 3 creaciones humanas, producto de la adaptación a la vida sedentaria, son deliciosas, juntas o solas.
Pero entrando ya al objetivo del blog que es una guía que promueve la Huasteca y otras regiones, hablaré del primer elemento de este trío, el vino. La zona de Tequisquiapan y Ezequiel Montes que son municipios Queretanos que quedan en el camino a la Sierra Gorda, son grandes productores de vino. Uno de los viñedos a donde uno puede ir es a la Redonda, que se encuentra un poco antes de llegar a Ezequiel Montes, a mano derecha sobre la carretera San Juan del Río - Chimalaco. En el lugar se puede tomar un paseo guiado (tienen horarios), y se puede hacer una cata de los vinos que producen y naturalmente comprar algunas botellas. En mi caso compré un cabernet-malbec, muy bueno, rojo intenso y brillante, redondo en boca con sabores a frutas.
Mas adelante en el pueblo de Ezequiel Montes, a mano izquierda con rumbo a la Sierra Gorda hay una tienda donde venden quesos, dulces típicos y algunas otras cosas. De aquí recomiendo cualquier queso grasoso (gouda o manchego), que se pueden madurar si uno se dedica a pasearlos en el coche, con el calor y cada vez que uno lo muerde conforme transcurren los días es mejor. También tiene quesos de cabra, de textura cremosa y de varios sabores.
Finalmente cualquier panadería de pueblo en el camino será buena para comprar unos bolillos y listo.
En esa ocasión lo que hice fue parar al final de la Sierra Gorda, muy cerca de San Luís Potosí en un lugar llamado el Madroño, que es famoso por su tierra roja de arcilla y por los fósiles marinos que se han encontrado en el lugar. Su magia es el bosque y el clima fresco después de haber recorrido kilómetros del semidesierto Queretano.
Finalmente creo que la foto dice mas que todo lo que pueda escribir...
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