En el límite de San Luís Potosí y Querétaro, unos dos kilómetros antes de que inicie la reserva de la Biósfera de la Sierra Gorda se encuentra el pueblo de Ahuacatlán.
Este pueblo se fundó en la época de la revolución por personas que huían del conflicto y con el tiempo quedó al paso de la carretera que va de San Juan del Río a Chimalaco, atravesando la Sierra Gorda. Esta ubicado a mas de 1800 metros sobre el nivel del mar, lo que le da un clima templado y una vegetación de árboles de hoja caduca, es húmedo y es común que se cubra de niebla, lo que lo hace mas bonito, pero de allí en fuera no deja de ser un pueblo mas al paso, eso si no fuera por su pan de queso.
El pan de queso es una especie de pan dulce que lleva queso de la región en su elaboración, y que le da un sabor único que va variando si uno lo compra recién hecho o lo come unas horas o días después.
En sus primeros momentos el pan tiene cierta humedad y recuerda al queso de aro que tanto venden en la Huasteca Potosina, un queso de sabor ácido y ligeramente añejo, que al pan solo se le siente en el fondo. Luego de unos días los hongos hacen algo con el queso y le dan un sabor que recuerda levemente al queso azul.
El pan se puede encontrar en una pequeña panadería casi a la entrada del pueblo, pintada de rosa y antes del primer tope, la atiende un señor que ronda los 70 u 80 años y hasta donde se es el único lugar accesible fácilmente para conseguir el pan.
La iglesia de Ahuacatlán es bonita y también se prestan sus alrededores para caminar por el campo si uno conoce a algún lugareño que lo guíe a uno.
La foto es de mi amigo Gerardo Martínez Soriano (se la robé de facebook).
Se aceptan correcciones de estilo y ortografía en esta entrada al vapor.